Siempre he pensado que no hay nada más incomodo que hablar de uno mismo, y esta no es la excepción.

Mucho gusto. Mi nombre lo escogió mi mamá y lo aprobó mi papá: Ana María. Podría extenderme en prosa y hablar sobre mi, pero creo que la manera más sencilla de conocerme es leyendo lo que sale de mi cabeza cada vez que me siento a escribir.

Y aunque me niego a hablar de mi, se que lo que lean en esta sección les va a dar una idea de la que está a este lado del teclado:

Soy colombiana, y amo el café (y si es de mi tierra, mejor).

bogotana (rola, cachaca o como quieran llamarnos) y amo a Bogotá. Me gusta el frío, las noches en vela, el vino tinto, las notas de voz largas por Whatsapp y el olor a limón.

Soy malgeniada, sobre todo cuando tengo hambre o sueño (como la gran mayoría de personas). No soporto el olor a gasolina ni unas uñas sin arreglar. Soy adicta a la compota de melocotón y al jugo de maracuyá en agua y con mucho hielo.

Tengo un carácter del demonio, seguramente por herencia que, según entiendo y mi apellido confirma, es santandereana. Detesto la matemática y tengo pésima memoria.

Alguna vez quise tener hijos, pero ya no. El motor de mi vida en este momento es el que me espera todos los días en mi casa después del trabajo con una tasa de café y un abrazo.

… Y viajar.

Aunque no tengo un pelo de hippie y soy más bien gomelita, tengo mi tienda «online» de accesorios hechos a mano.

Puedo dormir más de 12 horas al día, no me gusta el tequila y odio el sol. Me gusta la gente directa, esa que dice que cosas que piensa, sabiéndolas decir. Aunque no parezca, me cuesta dar el primer paso. Pero una vez lo doy, no me frena nadie.

Soy inconstante e indisciplinada. Si tuviera que escoger un solo hobbie de todos los que tengo, sería empezar cosas y dejarlas sin terminar.

Soy buena gente. Muy en el fondo, pero lo soy (o intento serlo), y además asimilo bien las críticas (o eso trato), así que bien pueda, siga. Acomódese, sírvase un tintico y léame. Y si tiene algo que decirme, este es el espacio perfecto para hacer conversa.